Una declaración del problema articula el problema fundamental o el desafío que un proyecto de diseño busca abordar. En el contexto del diseño de productos digitales y UX, crear una declaración clara del problema es crucial para:
Enfoque y dirección: Asegura que los esfuerzos de diseño estén dirigidos a resolver una necesidad específica del usuario o un punto dolor.
Alineación: Alinea a los stakeholders y miembros del equipo en torno al problema principal a resolver, evitando la expansión del alcance y asegurando que todos comprendan los objetivos del proyecto.
Empatía: Ayuda a los diseñadores a empatizar con los usuarios al definir claramente los desafíos que enfrentan y los objetivos que buscan alcanzar.
Mejora iterativa: Sirve como punto de referencia para evaluar las soluciones de diseño, permitiendo mejoras iterativas que aborden directamente el problema identificado.
Ejemplo: En el desarrollo de una nueva plataforma de redes sociales, una declaración del problema podría centrarse en mejorar el compromiso del usuario mediante el descubrimiento mejorado de contenido y recomendaciones personalizadas.
Conclusión: Una declaración del problema bien definida sienta las bases para soluciones de diseño efectivas al clarificar las necesidades, metas y desafíos de los usuarios que el producto busca resolver, guiando así todo el proceso de diseño hacia resultados significativos.